Una de las típicas preocupaciones de todos los padres, en especial de los primerizos, es conocer si el bebé tiene frío.
Si estás en esta etapa debes tener claro que cuando los niños nacen, su sistema de regulación aún se encuentra un poco inmaduro.
Por lo tanto, disponen de una menor capacidad para adaptarse a los cambios y son más sensibles a las temperaturas extremas.
Sin importar cuántos hijos tengas, es buena idea que conozcas un par de consejos sobre cómo saber si un bebé tiene frío.
Todos los pequeños son diferentes, y también pueden ser distintas sus reacciones a los estímulos externos como la temperatura.
Pero antes, te ayudamos a que conozcas cómo funciona el mecanismo que modera la temperatura de los más pequeños. Sigue leyendo para obtener respuesta a tus inquietudes.
¿Cómo regulan los bebés su temperatura?
Sin dudas, el milagro más grande que experimentamos es el nacimiento.
Y es que dejar el útero materno es un enorme cambio para el cuerpo del bebé.
La sensación de pasar de un sitio oscuro a uno con luces y sombras, y de un lugar calentito para conocer lo que es el frío, no son cosas fáciles para un recién nacido.
De ahí que el nacimiento es un momento delicado y de cambios bruscos.
Es por eso que lo más recomendable es que el espacio escogido para el parto debe estar a una determinada temperatura.
Incluso hay ginecólogos que prefieren no poner demasiada luz en la sala, para hacer de esa transición algo más sutil.
Una de las razones es que la temperatura normal de quien recién nace debe estar entre 36 y 37 grados Celsius de temperatura axilar.
Entonces, ¿cómo regulan los peques su propia temperatura?
Debido a que la piel del recién nacido es muy fina, con poca grasa subcutánea y con los vasos sanguíneos, hay mayor posibilidad que se registre pérdida de calor.
En este caso, los receptores en la piel del bebé envían mensajes al cerebro indicando que el cuerpo tiene frío.
Es importante aclarar que el recién nacido produce calor principalmente por la termogénesis química o termogénesis sin estremecimiento.
De allí que los escalofríos son una de las formas en que los niños y los adultos generan calor, pero son imposibles o no efectivos en los bebés.
Abriga a tú bebé con esta toquilla
Los pequeñitos tienen una manera especial y eficiente de regular su temperatura que es realizada por el metabolismo de la llamada grasa parda.
¿Y qué es la grasa parda?
Así se llama al tejido graso del recién nacido que tiene una alta capacidad para producir calor a través de reacciones químicas.
Una de sus ventajas es que se encuentra distribuida en diferentes partes del cuerpo y al metabolizarse, el calor producido se transmite a los vasos sanguíneos mayores y de allí a los vasos sanguíneos periféricos. Después de este proceso se estrechan (vasoconstricción) para evitar la pérdida de calor.
Por lo tanto, durante periodos prolongados de bajas temperaturas (hipotermia), se agotan los depósitos de grasa parda que desaparece al tercer mes de vida.
Consideramos que es importante que sepas que el enfriamiento ligero puede ser beneficioso en la adaptación a la vida extrauterina de los pequeños.
En ese instante inicia la respiración y las funciones tiroideas (los cambios repentinos de temperatura producen impulsos sensoriales en la piel que son transmitidos al centro respiratorio).
La idea es que la vasoconstricción y la resistencia que se crea en los vasos sanguíneos periféricos que se observa con el enfriamiento leve ayuden junto con la respiración del bebé, a que se cierre el conducto arterioso que permaneció abierto durante el embarazo.
En conclusión, a todo este mecanismo se llama termorregulación, que es la capacidad del cuerpo de mantener un equilibrio entre la producción y la pérdida de calor para que la temperatura se mantenga dentro de cierto rango normal.
Esto quiere decir, que los chiquitines tienen facilidad para enfriarse en ambientes fríos y para perder calor.
4 trucos para saber si el bebé tiene frío
Es común que los adultos nos guiemos por nuestras propias sensaciones. Es decir, que si tenemos frío asumimos que el bebé también tiene.
En este momento, cometemos errores graves como abrigarlos demasiado, lo cual puede llegar a ser peligroso.
Así que te dejamos un par de tips para verificar si tu hijo tiene o no frío. Debes fijarte si está tranquilo, si está llorando, si suda ligeramente, el color de sus mejillas o si tiene los brazos y las piernas frías:
🐛 Lo recomendable es tocar la piel del cuello, abdomen y piernas.
Esta es una de las formas más usuales para saber si un bebé tiene frío, ya que si estas zonas se enfrían demasiado, es posible que el pequeño necesite un poco más de abrigo.
Y ojo, las manos y los pies de los bebés tienden a estar fríos, por lo que no resultan ser 100 % fiables.
La razón es que la contracción de los vasos sanguíneos, debido a las bajas temperaturas dificulta que la sangre llegue a estos lugares.
🦋 Otra señal a la cual debes prestarle atención, es color de las mejillas, labios y nariz.
Si están de color rosado no hay problema. Pero si se vuelven azuladas o violetas, es mejor que atiendas rápido porque puede que no solo tenga frío, sino un episodio de hipotermia.
🐔 Presta atención al comportamiento de tu bebé, ya que revela signos de que su temperatura corporal no es la adecuada, por ejemplo con el frío temblará o solo se sentirá incómodo.
🐒 Si el bebé está muy tranquilo o aletargado es una de las señales de que algo no está bien.
Según la Organización Mundial de la Salud, puede ser un signo de hipotermia y es porque el cuerpo del bebé no se está calentando bien en ese momento.
Esperamos que las listas de consejos sean de utilidad y comprendas las señales que da un bebé para comunicar algo, en especial los recién nacidos.
Si eres primerizo, tus amigos y familiares te irán diciendo cómo tienes que hacer las cosas, el detalle es que alrededor de los bebés existen muchos mitos, y a la hora de saber si un bebé tiene frío, no sobran los trucos falsos.